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Leonard Cohen

«Debes ir de un lugar a otro recuperando los poemas que te han escrito y en los que puedes estampar tu firma. No hables de estos asuntos con nadie. Recupera. Recupera. Cuando la cesta esté llena aparecerá alguien a quien podrás entregársela». Leonard Cohen, "El libro del anhelo" «No recuerdo haber encendido este cigarrillo y no recuerdo si estoy aquí solo o esperando a alguien». Leonard Cohen, "El libro del anhelo" «Me gustaría leer uno de los poemas que me arrastraron a la poesía. No recuerdo ni una sola línea, ni siquiera sé dónde buscar. Lo mismo me ha pasado con el dinero, las mujeres y las charlas a última hora de la tarde». «Dónde están los poemas que me alejaron de todo lo que amaba para llegar a donde estoy desnudo con la idea de encontrarte». Leonard Cohen, "La energía de los esclavos” Compilación: Jorge Alejandro DelaVega Lozano   Correo electrónico

Susannah I

"Al mediodía del sábado 6 de mayo de 1939, un grupo de teólogos, pastores y feligreses protestantes, se reunieron en el histórico castillo de Wartburg en Alemania, de gran importancia luterana y nacionalista, para celebrar la inauguración oficial del Instituto para el Estudio y la Erradicación de la Influencia Judía Sobre la Vida de la Iglesia Alemana (Institut zur Erforschung und Beseitigung des jüdischen Einflusses auf das deutsche kirchliche Leben). Los objetivos del Instituto fueron políticos y teológicos: buscar crear una iglesia sin judíos para una Alemania que estaba en proceso de librar a Europa de todos los judíos. Se desarrollaron en el Instituto nuevas interpretaciones bíblicas y diversos materiales litúrgicos. Y en los seis años de su existencia, mientras el régimen nazi llevaba a cabo su genocidio de los judíos, el Instituto redefinió el cristianismo como una religión germánica cuyo fundador, Jesús, no era judío sino que había luchado para destruir el judaísmo, siendo

Plath I

Espejo Soy plateado y exacto. No tengo prejuicios. Todo lo que que veo lo trago de inmediato tal como es, sin que me empañen ni el amor ni el disgusto. No soy cruel, soy sincero, el ojo de un pequeño dios de cuatro ángulos. La mayor parte del tiempo la paso meditando sobre la pared de enfrente. Es rosada, con manchas. Tanto la miré que me parece que ya forma parte de mi corazón. Aunque con intermitencias. Las caras y la oscuridad nos separan una y otra vez. Ahora soy un lago. Una mujer se inclina sobre mi, buscando en mi extensión su verdadero ser. Después se vuelve hacia esas mentirosas, las velas o la luna. Veo su espalda y la reflejo fielmente. Ella me recompensa con lágrimas y agitando las manos. Soy importante para ella. Ella viene y va. Es su cara, cada mañana, la que reemplaza la oscuridad. En mi, ella ahogó a una muchacha, y en mí, una vieja se alza hacia ella día tras día, como un pez terrible. - Sylvia Plath Jorge Alejandro DelaVega Lozano Correo electrónico

Bioy I

"¿Sabes por qué este mundo no tiene arreglo?: Porque los sueños de uno son las pesadillas de otro". - Adolfo Bioy Casares | "De Dormir al sol". Jorge Alejandro DelaVega Lozano Correo electrónico

Olga I

"Vivimos en un mundo que fabricamos nosotros mismos; decidimos qué es bueno y qué es malo; dibujamos mapas de significados para nosotros mismos; y pasamos nuestra vida luchando contra lo que nosotros mismos inventamos. El problema es que cada uno de nosotros tiene su versión propia de lo que inventamos y, por esto, resulta difícil entendernos." - Olga Tokarczuk, "Conduce tu arado sobre los huesos de los muertos". Jorge Alejandro DelaVega Lozano. Correo electrónico

Bukowsky III

"La próxima vez  que rompa un huevo  pensaré en tí Revolveré con el tenedor Y luego subiré la flama Si acaso tengo flama". - Charles Bukowsky. Jorge Alejandro DelaVega Lozano. Correo electrónico

Haruki I

"Hubiese querido deshacerme en lágrimas, pero no podía llorar. En este mundo, existe un tipo de tristeza que no te permite verter lágrimas. Es una de esas cosas que no puedes explicar a nadie y, aunque pudieras, nadie te comprendería. Y esa tristeza, sin cambiar de forma, va acumulándose en silencio en tu corazón como la nieve en una noche sin viento". - Haruki Murakami | El fin del mundo y un país de las maravillas. Jorge Alejandro DelaVega Lozano. Correo electrónico