César Sánchez Manríquez
Se observa a tanta gente distraída y pasmada en busca de su felicidad, que parecieran experimentarla sólo como una utopía, distante, lejana. Y en el mejor de los casos, se cobijan con sus recuerdos de cuando creyeron ser felices; cuando saciaron temporalmente una ilusión, que después de la costumbre les emergió en otros vacíos, ahora convertidos en nostalgias de su memoria. ¿Será acaso que la imaginan como la ausencia total de adversidades, carente de infortunios y desventuras? ¿O como una tregua a esa lucha incesante implícita en el devenir de la vida? Olvidan que quien goza intensamente, es capaz de sufrir intensamente; y quien sólo es capaz de escaso dolor, no gozará más que de escaso placer. - César Sánchez Manríquez. Jorge Alejandro DelaVega Lozano. Correo electrónico