Manuscrito de Carvajal

En el Manuscrito de Carvajal, diminuto diario secreto, se narra la atroz persecución de una familia judía durante la Inquisición española en México. "Salvado, por el Señor, de terribles peligros, yo, Yosef Lumbroso...". Con estas palabras comenzó la narración hace casi 500 años.

Su autor,  el español Luis de Carvajal, "El Mozo", junto con su madre y hermanas, encontrados culpables de ser falsos cristianos, fueron condenados por la Inquisición de la colonia española en México en el siglo XVI a ser quemados vivos.

Luis de Carvajal "El Viejo", tío de Luis de Carvajal "El Mozo", gobernaba parte del norte de México r hizo enemigos, incluyendo un virrey ávido de poder, dispuesto a eliminarlo. El ambicioso virrey descubrió que Luis de Carvajal "El Mozo" practicaba en secreto la religión judía, crimen castigado con la muerte en los tiempos de la Inquisición española en México y en España.

Luis de Carvajal "El Mozo", detenido y advertido por las autoridades, lo dejaron libre, pero en lugar de renunciar a su religión judía "El Mozo", se convirtió en líder de la comunidad judía clandestina del norte de México y, años más tarde, los inquisidores lo detuvieron de nuevo y lo condenaron a muerte en la hoguera. Sus captores obligaron a Luis de Carvajal a escuchar los gritos de su madre que estaba siendo torturada en la celda contigua.

Además de sus "Memorias", sobrevivieron  otros dos manuscritos de Luis de Carvajal "El Mozo": "Los artículos de nuestra sagrada fe o Lex Adonaí" y "El modo de adorar a Dios y ejercicio devotísimo de oración". Luis de Carvajal "El Mozo", a pesar de los riesgos, escribió acerca de cómo ser un judío en el Nuevo Mundo, así como sobre su herencia religiosa y la práctica de sus creencias. Gran parte de sus memorias se centran en los trágicos días antes de ser quemado en la hoguera por la inquisición.

En acto público, el 8 de diciembre de 1596, el cuerpo de Luis de Carvajal "El Mozo" con 29 años de edad, ardió junto con el cuerpo de su madre y de sus hermanas Isabel, Catalina y Leonor, y otras cuatro personas.

Cinco años más tarde, Mariana, otra hermana de Luis de Carvajal "El Mozo", fue quemada públicamente en la estaca.

Los manuscritos de Luis de Carvajal "El Mozo", estuvieron en el Archivo Nacional de México, atesorados como uno de los primeros textos que documentan la llegada de judíos a América, pero en 1932 los manuscritos desaparecieron, dando lugar a sospechas entre el grupo de académicos que tenían acceso a ellos. 

Más de 80 años después de la desaparición de los manuscritos, la casa de subastas Bloomsbury de Londres ofreció los manuscritos de Carvajal como "Tres pequeños manuscritos devocionales, uno finamente iluminado, en español y en latín, probablemente de los siglos XVII o XVIII", sin mencionar a Luis de Carvajal "El Mozo". Un comerciante de libros compró los manuscritos y se los vendió a la casa de subastas Swann Galleries de Nueva York y, cuando la casa de subastas Swann los puso a la venta llamaron la atención de Leonard Milberg, coleccionista estadounidense de arte y objetos judíos. 

Los expertos de la casa de subastas Swann reconocieron los manuscritos y creyeron que se trataba de una transcripción. El coleccionista Leonard Milberg se preguntó ¿por qué alguien se habría puesto a recrear la letra minúscula del original de Luis de Carvajal para crear una réplica? Leonardo Milberg intrigado, se puso en contacto con el consulado mexicano que confirmó que los originales seguían desaparecidos y envió expertos a revisar los manuscritos en poder de Milberg. Uno de los expertos era Baltazar Brito, director de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia de México. 

Leonard Milberg sintió que los manuscritos pertenecían a México y se ocupó de lidiar con todos los organismos internacionales involucrados en la repatriación de los manuscritos y cubrió los gastos de envío de los manuscritos de vuelta a México.

Jorge Alejandro DelaVega Lozano.

Testimonio histórico de la comunidad judía en México:

Referencia:

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