Resistencia Chichimeca

En la Sierra Gorda, región ubicada al norte de los Estados mexicanos de Querétaro, Guanajuato, Hidalgo y San Luis Potosí, la resistencia de los indígenas Chichimecas en la Guerra Chichimeca a partir de 1550, comenzó con la alianza de tribus indígenas para hacer frente a los españoles y a sus aliados indígenas.

La confrontación se alargó hasta 1591, cuando Álvaro Manrique de Zúñiga, virrey de Nueva España y Marqués de Villamanrique, firmó las primeras "capitulaciones de paz" que en 1589 establecieron una "paz comprada" con los Chichimecas de la Sierra Gorda que se negaron a ser sometidos.

Entre 1742 y 1748 tuvo lugar la intervención militar en la Sierra Gorda, dirigida por el capitán José de Escandón que habría de culminar en la sangrienta Batalla del Cerro de la Media Luna contra indígenas Jonaces, descendientes de los Chichimecas. El capitán José de Escandón, primer conde de la Sierra Gorda, decidió a mediados del siglo XVIII, emprender una campaña para aniquilar a tribus indígenas "paganas e indómitas" y facilitar la ocupación y control del territorio por autoridades españolas virreinales y por los hacendados españoles y criollos en ascenso. 

En 1744, desde el colegio de Propaganda Fide de la Santa Cruz de Querétaro, conocido como el Colegio de la Santa Cruz de Querétaro, matriz del Colegio de San Fernando en la Ciudad de México, llegó a la Sierra Gorda el Franciscano Fray Pedro Pérez de Mezquía para reunirse con el capitán José de Escandón y recibir de los Agustinos las Misiones de Jalpan y de Tilaco, y formalizar la fundación de las misiones de Concá, Landa y Tancoyol.

El Colegio de Propaganda FIDE de Querétaro, fundado en 1683, conocido como el Colegio de la Santa Cruz de Querétaro, desempeñó un papel esencial en la evangelización de América. Fue el primer colegio de su tipo en México y se convirtió en modelo para otros colegios de propaganda FIDE en América cuya misión fue la formación de misioneros que llevarían la Fé Católica a regiones remotas de América no evangelizadas. Los misioneros formados en el Colegio de la Santa Cruz de Querétaro, desempeñaron un papel importante en la evangelización de territorios que hoy pertenecen a México, Estados Unidos y Centroamérica. Sus actividades contribuyeron significativamente a la expansión del catolicismo en América.

Jorge Alejandro DelaVega Lozano

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