Tanakh

Tanakh ó Tanaj, acrónimo de las tres secciones del canon judío, comprende los textos fundacionales del judaísmo. La palabra Tanakh está formada por las tres letras (TNK) de las tres secciones principales del canon judío:

Torá (cinco libros de Moisés - Pentateuco).
Neviim (Profetas).
Ketuvim (Escritos).

El Tanakh contiene historia, derecho, poesía, sabiduría y teología. Comienza con la creación del mundo y termina con el edicto de Ciro que permitió a los judíos regresar a Judea y reconstruir su Templo en Jerusalem en el año 539 a.C.

La genealogía de Jesús de Nazareth en la Biblia, conecta a Jesús de Nazareth con los reyes descritos en el Tanaj.

Torá

Comprende Los Cinco Libros de Moisés: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.

Génesis (Bereshit) es el primer libro de la Torá, texto fundacional del judaísmo y el único compuesto casi en su totalidad por historias, con sólo tres leyes explícitas. Narra los orígenes de la humanidad y de los israelitas, con relatos sobre la creación, Adán y Eva, el arca de Noé, los patriarcas y matriarcas —Abraham y Sara, Isaac y Rebeca, Jacob, Lea y Raquel—, y José y sus hermanos. Sus narraciones representan personajes en su encuentro con Dios, su peregrinación, el exilio, y su lucha contra conflictos en sus relaciones familiares.

Éxodo (Shemot) es el segundo libro de la Torá, texto fundacional del judaísmo. Describe la esclavitud de los israelitas en Egipto, su redención milagrosa mediante diez plagas y la división del Mar Rojo. Comienzan, bajo el liderazgo de Moisés, su viaje por el desierto, donde experimentan la revelación de Dios, reciben los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí y construyen el Mishkán (Tabernáculo). A lo largo del libro se intercalan más de cien mitzvot (Mandamientos).

Levítico (Vaikrá) es el tercer libro de la Torá, texto fundacional de judaísmo. Describe principalmente los detalles del culto sacrificial en el Mishkán (Tabernáculo), santuario temporal portátil construido para servir a Dios en el desierto. También aborda la impureza y la purificación, Yom Kipur, las festividades, las relaciones prohibidas, las leyes dietéticas y diversas leyes éticas y agrícolas. Si bien sus temas son diversos, el libro está unificado por el tema de la santidad en las personas, el tiempo y el espacio.

Números (Bamidbar) es el cuarto libro de la Torá, texto fundacional del judaísmo. Describe los acontecimientos de 40 años de peregrinación de los israelitas por el desierto, comenzando con un censo y los preparativos para entrar en Israel. El libro continúa detallando una serie de quejas, pecados, castigos y un intento de rebelión. Los mandamientos se intercalan a lo largo del libro. Ell libro termina enumerando los lugares que recorrieron los israelitas y delineando las fronteras de Israel.

Deuteronomio (Devarim) es el quinto y último libro de la Torá, texto fundacional del judaísmo y consiste principalmente en los discursos finales de Moisés antes de su muerte. Recuerda a los israelitas los acontecimientos trascendentales ocurridos en el desierto, como el pecado de los espías, la entrega de la Torá y el pecado del becerro de oro. También repasa leyes antiguas, introduce nuevas leyes que los israelitas deben seguir al entrar en Israel y enfatiza la importancia de la fidelidad a Dios.

Profetas

Josué (Yehoshua) es el primer libro de los Profetas, que comienza tras la muerte de Moisés y marca el inicio de una nueva etapa para los israelitas al asentarse en su tierra natal. Bajo el liderazgo de Josué, los israelitas envían espías y se preparan para entrar en Israel. Cruzan el río Jordán por intervención divina y comienzan la conquista, comenzando con la milagrosa caída de los muros de Jericó. La segunda mitad del libro describe la división de la tierra entre las tribus de Israel y termina con la muerte de Josué.

Jueces (Shoftim) es el segundo libro de los Profetas, que describe el período posterior al liderazgo de Josué y anterior al advenimiento de la monarquía, cuando Israel carecía de un liderazgo centralizado a largo plazo. El libro detalla ciclos de pecado, opresión extranjera, arrepentimiento y redención a través de líderes designados por Dios, como Débora, Gedeón y Sansón. Concluye destacando el caos de la época con historias de robo, idolatría, violaciones, asesinatos y guerra civil.

Samuel I (Shmuel Aleph) es el tercer libro de los Profetas, que comienza con el nacimiento y liderazgo del profeta Samuel. Los israelitas piden un rey y Dios elige a Saúl, quien lidera a la nación hacia victorias militares. Cuando Saúl no cumple con el mandato divino de aniquilar a la nación de Amalec, Dios elige a David como su futuro sucesor. David derrota al gigante filisteo Goliat después de que este retara a los israelitas a enviar un representante para batirse en duelo con él, y pasa gran parte del libro escapando de los intentos.

Samuel II (Shmuel Bet) es la segunda parte del tercer libro de los Profetas. Comienza cuando David se entera de la muerte de Saúl y de su hijo Jonatán. David es ungido rey por la tribu de Judá primeramente y finalmente por todo Israel. Establece una capital en Jerusalén y lidera a la nación hacia victorias militares, pero su éxito se ve empañado cuando se acuesta con una mujer llamada Betsabé. Esto desencadena una serie de castigos divinos, incluyendo la muerte del hijo de Betsabé y una rebelión liderada por Absalón,hijo de David.

Reyes I (Melakhim Aleph) es el cuarto libro de los Profetas, que comienza con la muerte del rey David. A David le sucede su hijo Salomón, quien recibe sabiduría de Dios y construye el Templo de Jerusalem. Cuando Salomón comienza a adorar a otros dioses en su vejez, Dios promete que el reino se dividirá. Tras la muerte de Salomón, su hijo Roboam se convierte en rey de Judá en Jerusalén, mientras que las tribus del norte nombran a Jeroboam rey de Israel. El profeta Elías ocupa un lugar destacado al final del libro, realizando milagros y demostrando el poder de Dios.

Reyes II (Melakhim Bet) es la segunda parte del cuarto libro de los Profetas. Describe a los reyes del norte de Israel y del sur de Judá hacia el final del período del Primer Templo, la mayoría de los cuales traicionaron a Dios. Dios envía a los asirios a destruir el reino del norte de Israel, mientras que el reino del sur de Judá prevalece temporalmente bajo el justo rey Ezequías, pero cuando el hijo de Ezequías lo sucede y promueve la idolatría, Dios decreta la destrucción de Jerusalén y el exilio de los habitantes de Judá.

Isaías (Yeshayahu) es el quinto libro de los Profetas y es conocido por sus visiones de paz y renovación universal. Iniciando en el período del Primer Templo de Jerusalem, con el auge del imperio asirio y la decadencia de Israel como telón de fondo, Isaías reprende a Israel por abandonar a Dios y perseguir la corrupción, llama al cambio y advierte a las naciones de su caída final. El último tercio del libro contiene profecías reconfortantes sobre el regreso a Jerusalén y la redención.

Jeremías (Yirmiyahu) es el sexto libro de los Profetas, con profecías del período previo a la destrucción del Primer Templo, durante el auge del imperio babilónico. El profeta se pronuncia con firmeza contra la idolatría y la corrupción en Israel, lamentando la inminente catástrofe que Dios impondrá como castigo. Jeremías lamenta su solitaria y atormentada existencia, rechazado por el pueblo y, en ocasiones, amenazado y torturado. Sin embargo, junto con sus mensajes sombríos, Jeremías ofrece visiones de esperanza en la fidelidad definitiva de Dios a su pueblo.

Ezequiel (Yejezkel) es el séptimo libro de los Profetas. Desde el exilio babilónico durante la destrucción del Primer Templo, Ezequiel realiza profecías simbólicas como atarse con una cuerda para enfatizar la terquedad de Israel, y afeitarse el cabello para simbolizar la inminente condena. Entre otros temas, se centra en la vida religiosa en ausencia del Templo de Jerusalem y en la responsabilidad personal por las acciones. El libro termina con una descripción detallada de un futuro Templo en Jerusalem.

Oseas (Hoshea) es el primero de los doce libros de los Profetas Menores (“Trei Asar”), caracterizados por su brevedad. Profetizando durante la época del Primer Templo, Oseas reprende principalmente a Israel por abandonar a Dios y refuerza simbólicamente los mensajes en sus relaciones personales: se casa con una prostituta, por ejemplo, para enfatizar la infidelidad de Israel, y da a sus hijos nombres que simbolizan la inminente destrucción de Israel. El libro concluye llamando al arrepentimiento y describiendo el amor de Dios por Israel.

Joel (Yoel) es el segundo de los doce libros de los Profetas Menores (“Trei Asar”), caracterizados por su brevedad. El profeta comienza describiendo la devastación causada por una plaga de langostas y llamando al arrepentimiento, al ayuno y a la oración. Joel describe la futura respuesta de Dios a la reforma de Israel, prometiendo abundancia y profecía para todos. También habla del futuro “día grande y terrible de Dios” cuando “el sol se convertirá en tinieblas” (3:3-4) y los opresores de Israel serán juzgados.

Amós es el tercero de los doce libros de los Profetas Menores («Trei Asar»), caracterizado por su brevedad. El profeta se presenta en el libro como pastor y cuidador de sicómoros (árboles similares a la higuera) en la ciudad de Tecoa. Durante el período del Primer Templo, Amós transmite mensajes principalmente al pueblo del reino del norte de Israel. Amós condena la opresión de los pobres, la arrogancia y la adoración ritual falsa, describe sus castigos futuros y llama a la reforma.

Ovadías (Abdías) es el libro más corto de la Biblia hebrea, con tan solo 21 versículos y, es el cuarto de los 12 libros de los Profetas Menores (“Trei Asar”). Se centra en el reino de Edom, opresor de Israel, criticando la arrogancia de la nación montañesa y prediciendo su caída. Dado que Edom desciende del personaje bíblico Esaú, es común leer Abdías como la haftará (despedida) de la parashá Vaishlaj (sección de la Torá) que trata del encuentro final entre Jacob y Esaú.

Jonás (Yonah) es uno de los 12 libros de los Profetas Menores (“Trei Asar”), caracterizado por su brevedad. Comienza cuando Jonás intenta escapar de una misión profética y termina en un barco en medio de una tormenta. Los marineros lo arrojan al mar, donde un gran pez se lo traga. Jonás reza en el estómago del pez, y el pez lo libera y continúa su misión de convencer al pueblo de Nínive del arrepentimiento. El libro se lee tradicionalmente en público en la tarde de Yom Kipur.

Miqueas (Micha) es uno de los 12 libros de los Profetas Menores (“Trei Asar”), caracterizado por su brevedad. Durante el período del Primer Templo, el profeta Miqueas reprende a Israel y a sus líderes por la adoración ritual insincera, la corrupción y la opresión de los pobres. Advierte sobre la destrucción de Jerusalén y llama a una reforma en forma de adoración sencilla y sincera: «practicar la justicia, amar la bondad y andar con modestia con tu Dios» (6:8).

Nahum es uno de los doce libros de los Profetas Menores («Trei Asar»), y se desarrolla en el siglo VII a. C. A diferencia de la mayoría de los profetas, Nahum (cuyo nombre significa «consuelo») no reprende ni exige reformas, sino que alaba a Dios y celebra la caída del poderoso y opresivo imperio asirio; describe la destrucción de su capital, Nínive, y la consiguiente salvación de Israel.

Habacuc es uno de los doce libros de los Profetas Menores («Trei Asar»), caracterizado por su brevedad. Hablando durante el período del Primer Templo, probablemente hacia finales del siglo VII a. C., el profeta Habacuc comienza encomendando a Dios que explique el injusto éxito de los caldeos, opresores de Israel. Dios responde, animando a la paciencia y sugiriendo que «el justo vivirá por su fe» (2:4). El libro concluye con la oración de alabanza del profeta a Dios.

Sofonías es uno de los doce libros de los Profetas Menores («Trei Asar»), caracterizado por su brevedad. Escrito durante el siglo VII a. C., el profeta Sofonías comienza describiendo un futuro «día de Dios». En ese día, advierte Sofonías, Dios purificará el reino de Judá del mal que lo habita, destruyendo a los infieles y su idolatría. Sofonías llama a la reforma, a la justicia y a la humildad, profetiza sobre la caída de los enemigos de Israel y concluye con un mensaje consolador sobre un futuro retorno a Sión.

Hageo ó Ageo es uno de los doce libros de los Profetas Menores («Trei Asar»), caracterizado por su brevedad. En el siglo VI a. C., dieciocho años después del decreto de Ciro el Grande que permitía a los judíos exiliados regresar a Israel, Ageo critica a quienes se han establecido en Israel pero no han reconstruido el Templo y los insta a comenzar la construcción. Su lenguaje es mayormente simple y directo, y su persuasión tiene éxito; Ageo informa que tres semanas después de su primera profecía, comenzó la construcción del Segundo Templo de Jerusalem.

Zacarías es el undécimo de los doce libros de los Profetas Menores («Trei Asar») caracterizado por su brevedad. El ministerio de Zacarías tuvo lugar durante el reinado de Darío el Grande y fue contemporáneo del profeta Ageo en un mundo postexílico (después del cautiverio babilónico) tras la caída de Jerusalén. Zacarías es específico al fechar su escritura entre el 520 y el 518 a.C. Rememora la historia de la nación y presenta advertencias. Responde a la pregunta sobre los días de luto por la destrucción de Jerusalem asegurando la presencia y bendición de Dios. Ofrece un bosquejo sobre divinidad con su pueblo hasta la venida del Mesías, y señala las glorias que aguardan a Israel en "el último día", el conflicto final y el triunfo del reino de Dios.

Malaquías es el último libro de los Profetas y, según la tradición rabínica, marca el fin de la profecía en Israel. Durante el período del Segundo Templo de Jerusalem, Malaquías critica a los sacerdotes por su adoración ritual engañosa en el Templo y reprende al pueblo por su infidelidad a sus esposas y a Dios. Enfatiza el amor de Dios por Israel y anima al pueblo al arrepentimiento, describiendo las futuras bendiciones divinas.

Escritos

Salmos (Tehilim) es el primer libro de la sección de la Biblia hebrea llamada Escritos, es una antología de 150 poemas atribuidos al rey David y a otros. Incluye cánticos de alabanza a Dios, lamentos por tragedias comunitarias o personales, y expresiones de ira, desesperación, esperanza y gratitud. Los salmos son comunes en la liturgia judía y se recitan comúnmente como una forma independiente de oración.

Proverbios (Mishlei) es el segundo libro de la sección de los Escritos de la Biblia Hebrea. Contiene guía para vivir una vida sabia, moral y justa, en forma de poemas y breves declaraciones. Consiste en observaciones generales sobre la naturaleza humana y en lecciones que instruyen directamente al oyente a tomar una decisión, abarcando temas como evitar las malas influencias, el valor del trabajo arduo, el uso correcto del poder de la palabra y la importancia de temer a Dios.

Job (Iyov) es el tercer libro de la sección de los Escritos de la Biblia hebrea. Comienza con Satanás convenciendo a Dios de poner a prueba la fé del justo y rico Job, causándole una tragedia. Esto da pie a conversaciones entre Job y sus amigos sobre el sufrimiento de los justos, con Job oscilando entre la aceptación y la ira. Finalmente, Dios le habla a Job y le explica que la capacidad humana para comprender los caminos de Dios es limitada. El libro termina con Job formando una nueva familia y una nueva propiedad.

Cantar de los Cantares (Shir Hashirim). Este libro es uno de los cinco megillot (rollos) que forman parte de la sección de la Biblia hebrea llamada Escritos. Atribuido en su primer versículo al rey Salomón, el libro registra conversaciones poéticas entre dos amantes, describiendo su búsqueda mutua a través de viñedos y campos floridos. Tradicionalmente se entiende como una metáfora de la relación amorosa entre Dios y el pueblo de Israel, y suele leerse públicamente en Pésaj o en la tarde de Shabat.

Ruth. Este libro es uno de los cinco megillot (rollos) de la sección de la Biblia hebrea llamada Escritos, y se lee tradicionalmente en la festividad de Shavuot (entrega de la Torá al pueblo judío en el Monte Sinaí). Narra la historia de Rut, una viuda de origen moabita que insiste en quedarse con su suegra israelita, también viuda, y declara: «Dondequiera que tú vayas, yo iré... tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios» (1:16). La lealtad de Rut la lleva al campo de su pariente, Booz, con quien finalmente se casa. Juntos tienen un hijo, que más tarde se convierte en el abuelo del rey David.

Lamentaciones (Eikhah). Este libro es uno de los cinco megillot (rollos) que forman parte de la sección de la Biblia hebrea llamada Escritos. Lamenta la destrucción del Primer Templo de Jerusalén durante el siglo VI a. C., y el exilio de la tribu de Judá. El libro atribuido en el Talmud al profeta Jeremías, describe poéticamente el sufrimiento de Jerusalem y sus antiguos habitantes, y aborda explicaciones teológicas de dicho sufrimiento. Se lee públicamente durante el ayuno de Tishá Be Av en referencia al noveno día (Tisha) del mes hebreo de Av.

Eclesiastés (Kohelet). Este libro es uno de los cinco megillot (rollos), parte de la sección de la Biblia hebrea llamada Escritos, y se lee a menudo en público durante la festividad de Sucot. El libro, atribuido en el primer versículo a un hijo del rey David (tradicionalmente identificado como el rey Salomón), explora el sentido de la vida, la confrontación con la muerte, la futilidad y el propósito. El libro suele sugerir que «todo es vanidad» y «nada es nuevo bajo el sol», pero también concluye afirmando que el propósito de la vida reside en el temor de Dios y la observancia de sus leyes.

Esther. Este libro es uno de los cinco megillot (rollos) de la sección de la Biblia hebrea llamada Escritos. Narra la historia de Esther, una judía que se convierte en reina de Persia y, junto con su primo, Mardoqueo, frustra el complot del malvado Amán para destruir a los judíos. Para conmemorar la transformación del «dolor y luto en alegría festiva» (9:22), Ester y Mardoqueo instauran la festividad de Purim. El libro de Esther se lee públicamente al atardecer y al amanecer de Purim.

Daniel es uno de los libros de la sección de los Escritos de la Biblia hebrea. Se ambienta en los períodos que abarcan el fin del Primer Templo de Jerusalem y el comienzo del Segundo Templo de Jerusalem. La primera mitad del libro, escrita principalmente en arameo, incluye historias sobre Daniel, consejero judío de los reyes babilónicos, y sus contemporáneos. Daniel interpreta sueños y mensajes, y sobrevive milagrosamente a varios intentos de destruirlo, como cuando emerge ileso de un foso de leones. En la segunda mitad, Daniel describe visiones proféticas sobre la decadencia de poderosos imperios y el fin de los tiempos.

Esdras es uno de los libros de la sección de los Escritos de la Biblia hebrea, y originalmente también incluía el libro de Nehemías. Ambos libros describen el regreso de los judíos a Israel en los siglos VI y V a.C., tras siete décadas de exilio en Babilonia. El libro de Esdras relata los desafíos que enfrentaron los que construyeron el Segundo Templo de Jerusalem y la celebración tras su finalización. También habla de Esdras, el escriba, bajo cuyo liderazgo un grupo de judíos casados con judíos extranjeros acordó despedir a sus esposas extranjeras.

Nehemías es uno de los libros de la sección de los Escritos de la Biblia hebrea, y se incluyó originalmente como parte del libro de Esdras. Es principalmente un relato en primera persona de Nehemías, un copero judío, encargado de servir las bebidas al rey de Persia que regresa a Jerusalem en el siglo V a.C. y se convierte en gobernador de Judá. Nehemías supervisa la reconstrucción de las murallas de Jerusalén en 52 días, desafiando la oposición de los enemigos de Judá. También ayuda a repoblar Jerusalén, logra la cancelación de deudas y asiste a Esdras en la dirección de un renacimiento religioso.

I Crónicas (Divrei Hayamim Aleph) es la primera mitad del último libro de la Biblia hebrea. Relata la historia bíblica, comenzando con Adán. Si bien algunas partes del libro coinciden con detalles que aparecen en la Torá y los primeros profetas, gran parte contiene añadidos, lagunas o explicaciones alternativas. Los primeros diez capítulos abarcan hasta la muerte del rey Saúl, principalmente mediante listas genealógicas. Los diecinueve capítulos restantes se centran principalmente en el reinado de David y el comienzo del reinado de Salomón, destacando la centralidad de Jerusalem y la estabilidad de la dinastía davídica.

II Crónicas (Divrei Hayamim Bet) es la segunda mitad del último libro de la Biblia hebrea. Relata la historia bíblica, desde el reinado del rey Salomón hasta la destrucción del Primer Templo y el edicto de Ciro el Grande. Si bien partes de II Crónicas coinciden con detalles que aparecen en los profetas posteriores, gran parte contiene añadidos, lagunas o explicaciones alternativas; por ejemplo, el libro se centra casi exclusivamente en los reyes de Judá, con solo menciones ocasionales del reino de Israel.

Jorge Alejandro DelaVega Lozano

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