Ungido
"Iesoûs Christós" se convirtió en "Jesucristo" y fué adoptado por los cristianos para hablar de Jesús de Nazareth. “Iesoûs” en griego significa Jesús y, “Christós” significa “Ungido” y “Mesías”. “Jesús el Ungido” fue el término utilizado por el apóstol judío Pablo de Tarso (Saulo) al difundir las enseñanzas de Jesús de Nazareth en ciudades del Imperio Romano.
En civilizaciones del Mediterráneo donde se creía que la divinidad extendía su protección sobre el ungido, ungir fué práctica para certificar la legitimidad de los sacerdotes y de los monarcas en el ámbito hebreo. El rito de ungir se menciona en la Torá como procedimiento por el cual los reyes de Israel recibían doble aprobación: una por parte de los sacerdotes en nombre de Dios, y otra por parte de los representantes de las tribus en nombre del pueblo.
La palabra “Ungido”, se utilizó en griego para traducir del hebreo la palabra "Mesías" (Mašíaḥ) que en el judaísmo se aplicaba al descendiente del rey David que libera y salva, y que traería la redención y el reino de Dios al mundo. Jesús de Nazareth fue descendiente del rey David.
Jesús de Nazareth, considerado por sus seguidores como el último mesías que traería el reino de Dios y el fin de las guerras al mundo, profetizó con base en la Torá que es la Biblia Hebrea del Judaísmo, adoptada por el cristianismo como Antiguo Testamento. El Islam heredó el concepto cristiano de mesías, pero concebido como profeta, no como deidad, y consideró a Jesús de Nazareth penúltimo mensajero de Dios y a Mahoma último mensajero de Dios. En el judaísmo, el mesías llegará para redimir al pueblo judío y a toda la humanidad.
Los Fariseos (Perushím), herederos de los Asideos, fueron precursores de la creencia cristiana en un mesías hecho hombre (encarnación). En el Tanaj, conjunto de veinticuatro libros sagrados canónicos del judaísmo, la llegada del mesías es profetizada en Miqueas 5:2. "El Mesías”, desciende del rey David y fué prometido por los profetas al pueblo hebreo.
Jorge Alejandro DelaVega Lozano
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